martes, 25 de octubre de 2011

La vacuna del sida.


     El mes pasado el CSIC informó en rueda de prensa del éxito del ensayo en fase I de su vacuna preventiva contra el VIH, el virus que provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en humanos. En este ensayo han participado 30 voluntarios sanos. 6 de ellos rebieron como tratamiento un placebo, los otros 24 fueron tratados con la MVA-B (así se llama la vacuna). Un 90% de los voluntarios sometidos al compuesto desarrollaron una respuesta inmune al virus, y un 85% de ellos la ha mantenido durante al menos un año.

     Es pronto para echar las campanas al vuelo, y esta vacuna española no es la única contra el VIH actualmente en estudio, pero es desde luego una gran noticia, aunque habrá que esperar los resultados de los próximos ensayos para saber si, por fin, tenemos una vacuna para el sida.

      Pero ¿qué es un virus? La respuesta es, grosso modo (muy grosso modo), un microorganismo, mucho más pequeño que una bacteria (lo que espero se entienda con la imagen) que necesita de una célula para reproducirse. De hecho su estructura es mucho más sencilla que de una célula: tienen su información genética (su ADN) y una cubierta para protegerla, que puede tener formas geométricas (como isocaedros) y nada o poco más. ¿Cómo ser vivo (si es que se puede considerar tal cosa) tan pequeño puede provocar tantas muertes? El secreto está en la información que contiene su material genético. Lo que hace un virus es que injerta su ADN en el de la célula (ya sea de un hombre, de un cerdo, de un árbol, o una bacteria). Cuando ésta célula "lee" la información de este ADN recibe dos órdenes: primero que duplique el injerto y segundo, que vuelva a leer la orden. Así que las células dejan de trabajar en sus cosas y se dedica exclusivamente a duplicar el virus, que se va injertando en otras células, pudiendo llegar a matar, como bien sabemos, al ser vivo infectado.

     Y ¿por qué  es tan difícil encontrar la vacuna del VIH? Las vacunas hacen que nuestro sistema inmune esté preparado para combatir un virus en concreto, pero algunos virus tienen la capacidad de cambiar cada cierto tiempo, y cuando esto pasa, la vacuna recibida anteriormente no nos protege contra el mismo. Por ejemplo, el virus de la gripe muta una vez al año, por lo que cada año sale una vacuna nueva y por lo que también cada año puedes pasar la gripe, cosa que nunca pasa con la rubeola o el sarampión. Bien, pues el VIH no solo muta cada 24 horas, sino que además ataca específicamente a ciertas células del sistema inmune. De hecho no es el virus lo que mata a los enfermos de SIDA sino su incapacidad de defenderse del resto de enfermedades: cuando tu sistema inmune está tan debilitado tu cuerpo no puede defenderse de una simple infección.

     Espero que estemos realmente tan cerca de tener una forma de parar la trasmisión de este virus. Espero también que una vez la tengamos seamos capaces de compartirla, dado que actualmente solo un 5% de los infectados reciben el tratamiento que permite que una persona con SIDA tenga una calidad de vida bastante buena. Aunque supongo que lo realmente ideal sería que todos tuviéramos un poco de cabeza y la prevención fuera un arma mucho más poderosa de lo que es hoy en día.

domingo, 23 de octubre de 2011

El Ser Creativo.


     Unas semanas atrás leí en el twitter del CSIC algo sobre un concurso de entradas para asistir gratis a El Ser Creativo. Estuve un rato dando vueltas por la página del congreso y enseguida empecé a participar en dicho concurso. Estaba absolutamente segura de que ya me tocaba tener algo de suerte, pero sin embargo no fue así. El lunes pasado, cuando ya estaba sopesando la posibilidad de comprar una entrada bastante cara, leí  (otra vez en twitter) que todavía teníamos hasta las 12.00 para participar en otro concurso de facebook de El Corte Inglés. Eran las 10.00 y solo había que decir en 21 palabras cual era tu ponente favorito y porqué. Fui una de las ganadoras de una entrada doble escribiendo "Shirin Ebabi, primera mujer musulmana en recibir el Nobel de la paz, por luchar contra un gigante que algún día caerá"

     En los tres días que ha durado el congreso nos han hablado de tecnología, avances médicos, cambio climático, historia, educación y libertad. Pero había un punto en común en las ponencias: todas estaban enfocadas a que pensáramos en el futuro. Juan Luis Arsuaga habló de lo importante que es conocer nuestra propia historia, porque es la forma de saber quien somos, pero que no debemos dirigirnos al futuro mirando hacia atrás, como desgraciadamente solemos hacer. Bernardo Hernández decía que muchas veces perdemos energía intentando resolver problemas, cuando nos iría mejor si nos preocupáramos más en generar posibilidades, para lo que necesitamos tener buenas escuelas de negocio. Se habló mucho de la importancia de basar la economía del país en I+D y en educación (algo que ya le había escuchado yo decir a Bernardo Herradón en el programa de radio de Manuel Seara, "a hombros de gigantes"). Se ha insistido en que nuestro modelo educativo tiene 100 años y está basado en las necesidades de la revolución industrial del siglo XIX, pero los alumnos que salen de él se encuentran en el siglo XXI y esto hace flaco favor al desarrollo de nuestro país. Decía también Serge Latouche que hemos basado la economía en el crecimiento del consumo, lo que nos está llevando a destruir el planeta. "Un niño entiende fácilmente que el consumo infinito es incompatible con un mundo finito, pero los economistas no lo entienden, y el problema es que todos somos un poco economistas" Pero mi favorita absoluta fue Dambisa Moyo, economista y química, nacida en Zambia, guapísima y con un estilazo increíble, que dice que ningún país ha salido de la pobreza gracias a la cooperación internacional, y que África tampoco lo hará. "Tenéis que cambiar la actitud, no vamos a permitir que sigáis diciendo: sois africanos, sois pobres, vuestros gobiernos son corruptos, estáis enfermos, así que os vamos a enviar dinero. El que venga a África tiene que hablar de creación de empleo, de como India, Brasil o China no solo han salido de la pobreza, sino que han pasado a ser potencias mundiales" En realidad es lo mismo que dice el proverbio chino "si un hombre tiene hambre no le des un pez, enséñale a pescar" solo que un poco más desarrollado.



     El primer día, haciendo cola para recoger la acreditación, conocí a dos abogados, un arquitecto, una publicista y un estudiante de farmacia (pandilla a la que se unió enseguida Elisa, que vino gracias a que mi entrada era doble) y ya no nos separamos hasta el viernes por la tarde. Así que las comidas, los cafés, las cañas y las copas de estos días han sido la experiencia más friki de mi vida hasta el momento y me lo he pasado en grande.

   

lunes, 3 de octubre de 2011

Creatividad y rutina.

   
     En el curso de habilidades directivas que hice el curso pasado en la Universidad Francisco de Vitoria hablamos largamente sobre dos cosas: una fue la empatía. Otra la creatividad.

     ¿Qué es la creatividad? Para mí es la facilidad de una persona para solucionar un problema de una forma que no está establecida. Voy a poner un ejemplo que me gusta muchísimo. Cuando abrió la primera tienda de IKEA en Estocolmo, era tal la expectación que pronto había más gente queriendo entrar en la tienda de la que permitía albergar el espacio de la misma, así que en ese momento a alguien se le ocurrió abrir también el almacén, y tener así más metros cuadrados disponibles y que pudiera entrar todo el mundo. Cuando llevaban varios días así se dieron cuenta de que la gente acogía bien el hecho de recoger los muebles del almacén. Todos sabemos bien cuál es la consecuencia de este hecho.

     Mi profesor de creatividad era un zumbado llamado Carlos Luna. Ponía música en clase continuamente y nos hacía bailar, cantar y gritar. Un día dijo que levantaran la mano las personas que se habían sentado en el mismo sitio todos los días del curso. Seríamos unos 17 y levantaron la mano unos 9. ¿Por qué? ¿Venís siempre a la Universidad por el mismo camino? ¿Y a trabajar? ¿Os sentáis siempre a comer en el mismo sitio en casa?

     La creatividad tiene dos enemigos principales. Uno es la rutina. Todos sabemos que cuando nos vamos de viaje se nos ocurren siempre cosas nuevas. Vale que no podemos estar todos los fines de semana cogiendo un avión, pero sentarse en clase al lado de una persona distinta, o cambiar la ruta por la que paseamos al perro, es bien sencillo. El otro enemigo somos nosotros mismos, esa vocecita que, cuando se te ocurre una idea, te dice "noooo, no lo digas, eso es nuevo, no lo van a aceptar..." El profesor nos demostró esto con un ejercicio muy sencillo. Consistía en que él decía un adjetivo y nosotros decíamos una palabra que nos viniera a la mente. Él dijo: "Blando" La gente empezó a decir "Nube" "Chicle" "Algodón"... En esa tesitura lo único que me venía a la cabeza era "Platero" Me decía yo a mí misma: "¿Cómo vas a ser tan cursi y redicha como para decir "Platero"? Anda que ya te vale, ya puedes pensar otra palabra..." Pero no quería repetir, así que me llegó el turno y dije ¡Platero! (porque por supuesto había que decirlo gritando) Al terminar el ejercicio Luna dijo "Que levante la mano el que haya oído al asesino de la creatividad que todos tenemos dentro y haya tenido que luchar contra él para hablar" El resultado fue aplastante. Todos lo habíamos hecho. Todos habíamos tenido miedo de... de decir una palabra que nos sugiriera el adjetivo "blando" en una clase de creatividad. Todavía hoy pienso "¿Cómo tuve el valor de decir semejante chorrada?" Por lo menos mi asesino de la creatividad no pudo conmigo. No escuchéis tampoco al vuestro.

     Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.