viernes, 11 de noviembre de 2011

La mostaza y la disminución de las vocaciones científicas.

 
     Ayer estaba comiendo con mi padre. Me pidió que le pasara el bote de mostaza "pero la casera, no la otra" Obedecí no sin antes hacer algo a lo que tendemos en general los químicos: leer la etiqueta. El primer ingrediente de la mostaza es semillas de mostaza. Así que ayer me fui a la cama sabiendo algo nuevo: Mostaza es también el nombre de una planta.

Mostassa borda - Mostaza silvestre (Sinapis arvensis) 5

     ¿Por qué no me había preguntado antes de qué está hecha la mostaza? Se como se hace la mayonesa y el tomate frito, pero en realidad tampoco lo se porque me lo haya preguntado, simplemente lo he visto hacer en casa.

     Es algo que está cambiando exageradamente de generación en generación. Por ejemplo, mi madre no solo ha visto más cocina a lo largo de su infancia que yo, sino que incluso su abuela Andrea sacrificaba animales en casa por navidad. Yo nunca he visto un espectáculo semejante, pero como tengo la suerte de ser hija de cazador, le he quitado las vísceras y he despellejado una cantidad considerable de conejos, perdices y codornices, cosa que dudo mucho que mi sobrina Olivia vaya a hacer en su santa vida.

     En el ensayo "La razón estrangulada" Carlos Elías habla de la influencia de este tipo de cosas en el interés por la ciencia. Antes íbamos a la carnicería y con suerte veíamos medio cerdo colgado de un gancho, o en la charcutería veías como cortaban el embutido. Hoy en día un niño ve como en el mercadona cogemos una bandeja de salchichón, y unas patatas ya peladas y perfectamente cortadas. Y ese niño no sabe, ni se pregunta, si la patata ha salido de la tierra, de un arbusto o de un árbol, o qué es exactamente el salchichón. Es algo que antes se veía porque tus abuelos o tus primos tenían un cortijo donde se hacían matanzas y había un huerto.

     Pero el ejemplo más claro es el de la tecnología. Recuerdo cuando mi padre compró un FAX. Puede que los más jóvenes no sepan que es un invento mucho más antiguo que los ordenadores. Cuando en tu cabeza no existe el concepto de email, sms, o internet es difícil entender que la copia de un documento pueda teletransportarse. Yo estaba completamente alucinada con el invento. Sencillamente no me cabía en la cabeza. Seguramente algo parecido le pasó a mi bisabuela con la lavadora o la televisión, o a mi tatarabuelo con la nevera o el teléfono. Pero cuando has vivido toda tu vida con un aparato no te preguntas como funciona. Yo nunca me pregunté ¿cómo funcionará una nevera? Sin embargo, mi hermana Isa, que es ingeniero industrial, me lo explicó cuando lo estudió en la carrera y me pareció absolutamente genial.

     ¿Sabes como funciona una nevera? ¿una fotocopiadora? ¿una cámara de fotos? ¿la televisión? ¿un micrófono? ¿el teléfono? ¿el canal de Isabel II? ¿te lo has preguntado alguna vez? ¿existían cuando naciste?

     Seguramente si viene una persona de una tribu africana y ve por primera vez salir agua de un grifo, te haga un millón de preguntas. Y seguramente los que pertenecemos a esa generación que ha vivido antes y después de los ordenadores, los móviles e internet, al menos nos hayamos preguntado como es posible semejante cosa. Pero señores, las preguntas hay que hacerlas en voz alta.

     Las vocaciones científicas están disminuyendo en occidente, y aumentando en países como China. Y esto no es ninguna tontería. No se van a convertir en la primera potencia mundial (sino lo son ya) por casualidad. De esta crisis tenemos que aprender que la economía no puede basarse en el consumo, sino en el desarrollo. Y el desarrollo se basa en la ciencia.

     No podemos permitir que la generación que nos sigue piense que la pantalla táctil del iPhone es algo salido de una película de Harry Potter, que crean que las patatas crecen en los árboles o que no sepan que es la morcilla. Es importante provocar inquietud donde hay ignorancia y si para esto ayuda llevar a los niños al campo, que pasen el verano en una granja escuela o que vuelvan a emitir el programa "Erase una vez..." (si puede ser a base de quitar el programa de Bob Esponja), a mí me gusta tanto el remedio como el resultado del mismo.




   

12 comentarios:

  1. Anónimo21:02

    qué gran serie érase una vez la vida!! me has despertado morriña!! mi hermana de pequeña era super preguntona, será por eso que es más listeja que yo!!!

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  2. Jorge Montenegro12:23

    Has estado sembraísima, en mi casa somos poco de campo, una vez fuimos a coger aceituna y a ninguno se nos ocurrio poner una manta debajo del árbol, fue bastante frustante, todos tan listos, tan de capital. Ahora hay que pensar como arreglar esta circunstancia.

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  3. No me atrevería a decir que Olivia no vaya a hacer alguna cosa, por sorprendente que ésta sea. Por lo demás, estoy de acuerdo en todo pero lo que me va es el consumo, no el desarrollo.

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  4. Pati14:44

    Me ha gustado mucho, llevaré a mis hijos a una granja escuela.
    Aunque me ha sorprendido que hayas hablado de destripar animales con tanta melancolía. No se hasta que punto a Olivia le va a importar no participar en ese tipo de actos

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  5. Qué razón tienes. Ahora hay millones de cosas que ni nos planteamos los urbanitas tecnológicos. Me recuerda la desazón del político de El disputado voto del señor Cayo, imaginando quién sería el que sobreviviría por sus medios en caso de hecatombe, si el preparado licenciado y futurista hombre de ciudad o el sencillo y retrasado hortelano de pueblo. No sabemos valorar los adelantos científicos que convierten en cotidianos los pequeños milagros diarios (luz, microondas, agua corriente, transporte público...)
    Gran blog, por cierto. Felicidades.

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  6. Gracias niPerris. Es gracioso que Pati se sorprenda de que me guste destripar animales, cuando ella está disfrutando de la cirujía una barbaridad. Olivia, si se parece algo a su madre, hará exactamente lo que ella quiera. Solo decía que no me imagino Gustavo diciendo: "Oli, guapa, voy a limpiar una lubina, ¿vienes?" simplemente porque es algo que ya no se hace.

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  7. cachapo12:46

    Cuando de pequeño ves como tu abuela degüella corderos, puedes salir científico o asesino en serie, ambas profesiones muy valiosas para combatir la crisis económica.

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  8. Tienes mucha razón Cachapo, aunque yo no conozco a ningún asesino en serie, al menos a ninguno confeso.

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  9. Anónimo13:07

    creo que lo que hace falta es ser un poco curioso, hace muchos años, e niño, que pregunté a mi padre qué era la mostaza porque me gusta y de algún sitio tenía que salir esa salsa. Esto vale para todo y hoy disfrutamos de la mayor herramienta de la humanidad para satisfacer la curiosidad: internet. Y sí soy de la última generación que ha visto matar pollos y conejos a la abuela en casa.

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  10. Suerte que tienes, anónimo. Ser curioso es muy importante, nunca dejes de preguntar.

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  11. Tienes razón en parte, pero siempre hay cosas nuevas, y si te despiertan curiosidad quizá a futuro también lo hagan las pre-existentes. Yo sé cómo funcionan todas esas cosas, y todas existían cuando nací. Antes, sobre todo siendo un niño, tenías que toparte con un libro o una revista (Muy Interesante) que tratase esos temas. Hoy sólo necesitas curiosidad e Internet.

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  12. Me alegro de que haya gente que sí se haya preguntado todo eso y además, lo sepa. Yo estoy en ello. Se necesita, sobretodo, curiosidad, eso es lo que quería decir.

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