Combatiendo.

     Cuando empiece el máster de la UNED, dentro de dos semanas, será la cuarta universidad en la que haya estudiado. Empecé la carrera en la Universidad de Almería, la terminé en la Complutense, y fui estudiante erasmus un año en la Universidad de Bergen. Sin contar con la politécnica de Madrid, donde trabajé un año en el departamento de fitotecnia, pero no la cuento porque nunca estuve matriculada. Me pregunto si el hecho de haber pertenecido a cuatro o cinco universidades me da alguna ventaja, alguna desventaja, o si es algo que no tiene ninguna importancia en absoluto. Pero no me digáis que no es algo, como mínimo, peculiar.


     Puede parecer poco práctico por mi parte combatir la crisis actual matriculándome de un máster. Dicen que uno de los motivos por los que la gente joven es la más afectada por el paro es su exceso de formación. Pero yo nunca dije que estuviera luchando contra la crisis económica, sino contra mi propia crisis personal. Sólo espero que cuando termine la batalla conmigo misma, haya terminado la otra guerra, que ya va siendo hora.

     En la imagen, el regalo de cumpleaños que le hicieron a mi hermana Pati sus amigos. Por lo visto cuando estudia mucho le dan ganas de liarse a puñetazos.

     Moles de besos.