sábado, 22 de enero de 2011
Roald Dahl.
Cuando yo era niña mis hermanas Isa y Lorena leían continuamente las colecciones de Enid Blyton, cosas como "los cinco" "los siete secretos" o "Torres de Malory" que ellas devoraban en pocos días y a mí me aburrían soberanamente para desesperación de mi madre. Esta angustia materna desapareció cuando una amiga me dejó "Las brujas" en un campamento de verano en Sierra Nevada. Yo debía tener unos 9 años. Durante los siguientes años de mi vida no leí nada que no fuera de Roald Dahl. Matilda, Dani campeón del mundo, Charlie y la fábrica de chocolate, La maravillosa medicina de Jorge... No creo que yo fuera la misma persona si no hubiera encontrado sus libros. De hecho me fui a Noruega de erasmus en parte porque en "Las brujas" la abuela del personaje vive en Oslo y desde niña había querido ir allí.
Hace un par de años descubrí de casualidad que no fue solo un autor de libros infantiles. Tiene libros de cuentos absolutamente perversos, como "Historias de lo inesperado" que ya está recomendado en este blog. Pero lo que más me gusta con diferencia es "Volando solo" donde cuenta que vivía en Tanzania cuando empezó la segunda guerra mundial y fue piloto de guerra en África hasta que volvió a casa tras abrirse la cabeza estrellando un avión.
Y aunque esta entrada se vaya a quedar un poco larga, os voy a contar la historia de como se hizo escritor porque me gusta muchísimo. Aparece en su libro "Historias extraordinarias" y realmente lo es.
Para empezar hay que decir que sus notas de la asignatura "redacción" solían ir acompañadas de apuntes como el siguiente:
"Nunca he conocido a un muchacho que de forma tan persistente escriba exactamente lo contrario de lo que quiere decir" o "Este muchacho es un discípulo indolente y analfabeto"
Al volver de la guerra quedó con un periodista que quería publicar un artículo acerca del accidente en el que estrelló un avión. Roald le envió la historia, que tituló "pan comido", con la finalidad de que el profesional escribiera su artículo a partir de la información. El periodista, un tal C.S. Forester, le contestó algo como: "Su narración es maravillosa. Le adjunto el cheque de 900$ que el Post ha pagado por su artículo. Quieren saber si escribiría usted más. ¿Sabía que era usted escritor? Enhorabuena." Tenía 29 años y lo único que había escrito hasta ese momento era una carta semanal a su madre desde que estudiaba interno cuando era niño.
Su primera historia infantil fue "Los Gremlins" personajes que sin duda conocéis y que curiosamente a él le llevaron a conocer personalmente a Franklin Roosevelt, que a solas le contaba el contenido del telegrama que acababa de enviarle Churchill sobre como iban a bombardear Alemania. Ante semejante situación Roald se limitaba a intentar disimular que temblaba de pánico.
Tengo claro que fue un genio, tanto que sus historias han servido como argumentos para películas de otros genios como Tim Burton, Tarantino o Hitchcock. Espero volver a encontrar algo suyo dentro de otros 20 años. Hasta entonces seguiré releyendo "Volando solo" hasta la saciedad.
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¿Hitchcock o Hisckot?
ResponderEliminar¿Dahl? ¿Qué clase apellido es ése?
Reconozco que es muy bueno.
Te recomiendo FICCIONES de Borges: son relatos. Ahí va, como muestra, un botón.
Si te gusta, pagas las siguientes gambas.
La verdad es que me he precipitado un poco al publicar la entrada, he cambiado luego 15 cosas, entre ellas el apellido de Alfred ahora mismo.
ResponderEliminarDahl es un apellido Noruego. Él es de Gales, pero sus padres eran noruegos. Curiosa también la historia de su familia que se puede leer en "boy".
Será un placer pagar gambas tan baratas como las de la Marisquería Luis, que creo que ha sido nombrada en las últimas tres entradas.
Esa Mery con su blog!! Más vale tarde que nunca. Debo ponerme al día. Dame tiempo, pero por lo que ve ojeado, está guapísimo tu blog y es que es un placer leerte con lo bien que escribes.
ResponderEliminar1 mol de besos!!
Moles pa' tí, Isi
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